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Los horarios escolares los carga el diablo.

  LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA. Salvador Dalí. ¿Por dónde empezamos? ¿por los de O a 3 , con sus comidas y siestas sincronizadas al son de “dibujitos” y cunas corridas? ¿por los de infantil y primaria , con el debate de “susto o muerte” de si la jornada continua o partida? ¿o por los de secundaria , con madrugones que ni a la siega y con comidas-meriendas de microondas a la llegada a casa cerca del ocaso ? El falaz debate de la conciliación tiene muchas aristas. Normalmente se aborda cayendo en la trampa de poner el acento en el mercado laboral : que si las jornadas laborales, los desplazamientos al curro, el teletrabajo. En el mejor de los casos se habla directamente de los mecanismos de explotación o cómo privilegiar lo productivo nos deja con la vida en cueros, a expensas del toque de gracia capitalista y sin capacidad de dar una respuesta efectiva para las necesidades de supervivencia. Cuando el debate avanza un poco más, llegamos a la externalización de los cuidados. Reivi

Toma de tierra.